El 30 de diciembre de 2019 China hizo el anuncio de la nueva enfermedad.

En diciembre de 2019 inició el brote que cambió el mundo. Las salas de hospitalización de Wuhan, una ciudad al este de China, comenzaron a llenarse de pacientes con un extraño síndrome respiratorio.

Médicos locales comentaban la situación en chats internos, pero el gobierno se mantuvo hermético hasta el 30 de diciembre, cuando un informe reveló que se trataba de un nuevo coronavirus.

En solo 12 minutos la información se extendió por China y la comunidad científica internacional, obligando al gobierno a confirmar el hallazgo.

La Organización Mundial de la Salud recibió la alerta el 31 de diciembre y desde entonces el sars cov-2, como se le conocía hasta entonces, se convirtió en noticia.

Este fuerte aumento parece asociado al auge de la variante ómicron, considerablemente más contagiosa que la delta.

El mundo registró en las pasadas 24 horas 1,35 millones de contagios por covid-19, una cifra diaria nunca antes vista y que supera en un 40 % el récord anterior, según las cifras provisionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este fuerte aumento parece asociado al auge de la variante ómicron, considerablemente más contagiosa que la delta, aunque la OMS señaló este miércoles que es la combinación de las dos la que está causando el actual "tsunami de casos".

La actual ola es la cuarta a nivel global que se vive en la pandemia este año, tras las que tuvieron sus picos en enero, abril y agosto, éstas más asociadas a variantes como la alfa (primero detectada en Reino Unido) o delta (en la India).

El pasado 23 de diciembre, el Ministerio de Salud (MSP), anunció la obligatoriedad de la vacunación contra la covid-19. La decisión responde, dijo el MSP, al aumento de contagiados y a la circulación de nuevas variantes de “preocupación”, como ómicron.

De hecho, el Gobierno realizó el pasado fin de semana una “vacunatón” para acelerar la inmunización ante el avance de la nueva variante detectada el 14 de diciembre de 2021 en el país, a partir de esa fecha se han detectado 22 casos. Asimismo, desde el miércoles se redujo a cinco meses el tiempo para aplicar dosis de refuerzo a mayores de 60 años.

 

Cuatro personas serían los primeros investigados por la Fiscalía General del Estado (FGE) por la supuesta falsificación del carnet o certificado de vacunación contra el COVID-19, documento obligatorio en Ecuador para acceder a actividades no esenciales.

En un comunicado difundido este miércoles 29 de diciembre, el Ministerio de Salud Pública (MSP) informó que presentó ante la FGE una denuncia formal por el presunto delito de falsificación y uso de documentos falsos.

"Hay cuatro personas sospechosas de utilizar y facilitar su entrega", señaló la Cartera sanitaria.

En ese mismo sentido, José Ruales, viceministro de Gobernanza y Vigilancia de la Salud, hizo un llamado a la ciudadanía para que denuncien sobre casos similares.